
Nada hay más primitivo que dormir en una cueva. Cuando llegas al centro oeste de la Isla de Gran Canaria, maltratada desafortunadamente por los incendios del verano pasado, los sentidos se agudizan. No hay ni un solo átomo de tu cuerpo que vaya a envidiar los paisajes del Gran Cañón.
Llegar a Acusa Seca es adentrarse en el pasado, se te empiezan a poner los pelos de punta cuando sabes que vas a dormir cerca de enterramientos del siglo cuarto después de Cristo. No solo es historia, sino uno de los destinos de los últimos pastores trashumantes de Gran Canaria. La luz y el aire de este lugar casi secreto son especiales…hay algo en el paisaje que respira pasado.
Manuel es el dueño de la cueva, probablemente puede presumir de ser uno de los pocos jóvenes canarios que se ha recorrido el archipiélago, de isla en isla y de punta a punta, caminando.
Manuel y Amalia, su pareja, son caminantes. Conocieron la existencia del sendero GR131, la prolongación del sendero europeo E7, que parte de Hungría y llega hasta Portugal, e iniciaron un viaje a pie por las islas reivindicando que otro escenario turístico es posible, y lo inmortalizaron en el libro de fotografía de Amalia End-to-End. Paisajes de interior, poco cemento, una entrevista al último cestero de Lanzarote, un pastor y los pescadores de La Restinga. 550km en 24 etapas a lo largo del sendero. Una joya para tener como biblia de lo que queremos para nuestras Islas.
Conclusión. Sí, otro turismo es posible. Trabajemos para ello.
Así que si decides darte el lujo de pasar unos días en Acusa Seca Cave House, pregúntale a Manuel por su historia y que te recomiende senderos, haznos caso, te va a encantar.
Está sonando:
Cirrus-Bonobo. The north borders. 2013.